
Imagen: The Art Critic de RaoulHausmann
Me resulta tan asquerosa la poesía,
casi tanto como los poetas.
Si me dictan reglas
(aún si me permiten licencias)
o piden maneje la economía del lenguaje;
he de claudicar antes de vaciar las letras.
El mundo… que es el mundo,
tiene más poetas que poesía.
El mundo… que es el mundo,
necesita poetas que sean poetas
y no ingenieros de la palabra.
¿Qué han de decir aquellos señores defensores de la limpieza?
tal vez que acudo con prejuicios a la vida
cuando ellos acuden sin motivos a la suya.
¿Qué les puedo exigir a mis amigos los poetas?
si les interesa más la estética que la poesía.
Llego entonces a la conclusión
de que no me queda nada…
nada me queda más que ser palomilla nocturna
y aferrarme a los focos, lámparas o luciérnagas
¡aunque corra el peligro… de morir quemado!