La vida sigue,
la patria se prostituye.
El corazón
la madre,
la tierra,
(como siempre)
es traicionada.
Tzingada
con dueños,
Tzingada
con plusvalía,
Tzingada,
a putazos violada,
Tzingada
todavía te duele
y te siguen tzingando.
Tzi/nga/da,
tierra madre
traicionada...
en un profundo sentir cuando naces en una patria la cual por tal hermosa y rica ignorante de conciencia y valores que son pisoteados con el huarache del mismo patriota por lucirse ante otros extranjeros.
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