jueves, 30 de diciembre de 2010

EL RETRETE



Cagar en los baños de bellas artes, eso es primacía que observar obras, es preferible obrar que observar obras pues, los retretes limpios, papel a la mano y champu para las manos, no como en la central de Pachuca, donde a falta de papel existía la otra mitad de hoja donde te escribí un pésimo poema.

Y pienso en la cantidad de culos artísticos o culos apreciadores del arte culto que han compartido el retrete con mi culo, mientras pienso en aquella nueva adquisición del museo de arte moderno en Estados Unidos donde un retrete con un sorete es declarado una encumbrada enculada obra artística.

No como en mi ciudad, que por pequeña hasta lo más pequeño apesta, así como en cualquier ciudad pues, así las ciudades pequeñas constituyen ciudades grandes mientras que las ciudades grandes contienen en sí más ciudades más pequeñas y esas ciudades pequeñas contienen liliputienses que buscan matar al gigante.

Así cada ciudad es una cabeza, cada cabeza es un mundo, cada mundo es un signo, cada signo es un entendimiento, cada entendimiento es un juego, cada juego es un lenguaje y blablabla blablabla blablabla…

Y sigo pensando que las grandes ciudades son un excusado gigante donde nosotros somos el excremento, en total, que la resonancias del lenguaje siempre gira en lo estático, y allá vamos, dándole duro y tupido…

Ya no nos queda más que clases de marxismo con el soldador y no con el soldado, y blablabla blablabla blablabla dicen los otros, los de allá, los de la otra mesa, los que no juegan con nosotros a la comidita pues los ingredientes que a nosotros gustan a ellos les causan problemas digestivos, más sin embargo nosotros sí estamos dispuestos a compartir pues no será la primera vez que tengamos que comulgar con mierda en la mesa.

Así van esos eses que mientras viven comen heces disfrazado de alimento, caminando en lo posible de su caminar, malvivientes, maltragados, malcagados.

Pero también están los otros, tanto de ese lado como de este otro, esos que luchan siempre… siempre y cuando sea redituable, mercancía desde una pulsera hasta la revolución, no importa si antes o después de ganada, pero espera, que eso, eso lo platicamos mañana…

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